1. Qué son las hemorroides externas?

 

Las hemorroides externas son vasos sanguíneos dilatados que se forman debajo de la piel alrededor del ano. Estas hemorroides se encuentran fuera del recto y son diferentes de las hemorroides internas, que se forman dentro del recto. La función principal de las venas del ano es ayudar a controlar las heces. Cuando estas venas se agrandan y se hinchan, forman hemorroides externas, que pueden causar malestar y dolor.

Fisiológicamente, las hemorroides externas están cubiertas por una piel sensible que puede irritarse o lesionarse fácilmente. Esta cubierta de piel hace que las hemorroides externas sean más dolorosas en comparación con las hemorroides internas, que están cubiertas por una membrana mucosa que es menos sensible al dolor.

 

2. Causas de las hemorroides externas

 

Las causas de las hemorroides externas pueden ser diversas y muchas veces están relacionadas con el aumento de presión en los vasos sanguíneos del ano y el recto. Estos factores pueden provocar hinchazón y dilatación de las venas, lo que lleva a la formación de hemorroides.

 

Estas son algunas de las razones principales:

 

Estreñimiento y esfuerzo al defecar

El estreñimiento es una de las principales causas de hemorroides externas. Cuando una persona tiene dificultades para defecar, a menudo se esfuerza más, lo que aumenta la presión sobre las venas del ano. Esto puede provocar su expansión y la formación de hemorroides. El esfuerzo prolongado durante las deposiciones también puede empeorar las hemorroides existentes.

 

Sentado prolongado

Sentarse durante mucho tiempo, especialmente en la misma posición, también puede contribuir al desarrollo de hemorroides externas. Este es un problema común en personas que trabajan en un entorno de oficina o llevan un estilo de vida sedentario. Estar sentado durante mucho tiempo aumenta la presión sobre las venas del ano, lo que puede provocar o empeorar las hemorroides.

 

Embarazo y nacimiento

Durante el embarazo, el útero en crecimiento ejerce presión sobre las venas de la zona rectal, lo que puede provocar la formación de hemorroides. Los cambios hormonales durante el embarazo pueden debilitar las paredes de las venas, haciéndolas más vulnerables a la dilatación. Durante el parto, la presión y el esfuerzo también pueden causar o empeorar las hemorroides.

 

Exceso de peso

 

Exceso de peso

 

El exceso de peso puede ejercer una presión adicional sobre las venas del área rectal. Esto es especialmente cierto para las personas con obesidad abdominal, donde la presión sobre las venas es mayor. El sobrepeso es un factor de riesgo para el desarrollo de hemorroides y puede complicar su tratamiento.

 

Ingesta insuficiente de fibra

Una dieta baja en fibra puede provocar estreñimiento, que, como ya se ha mencionado, es una de las principales causas de las hemorroides externas. La fibra ayuda a ablandar las heces y facilitar su paso por los intestinos. La falta de fibra en la dieta puede provocar heces más duras y la necesidad de esforzarse más para defecar.

 

Actividad física intensa

La actividad física extenuante, especialmente levantar objetos pesados, puede aumentar la presión en las áreas abdominal y rectal. Esta tensión adicional sobre las venas puede provocar hemorroides. Es importante que las personas que realizan trabajos físicos o deportes pesados ​​tomen precauciones y eviten el esfuerzo excesivo.

 

Herencia

Los factores genéticos también juegan un papel en el desarrollo de las hemorroides. Si en su familia hay casos de hemorroides, la probabilidad de que usted también enfrente este problema es mayor. Los factores hereditarios pueden afectar la fuerza de las paredes venosas y su resistencia a la expansión.

 

3. Síntomas

 

Los síntomas de las hemorroides externas pueden variar según la gravedad de la afección y las características individuales del paciente. Estos síntomas pueden ser levemente desagradables o muy dolorosos y afectar significativamente la calidad de vida.

 

Éstos son algunos de los síntomas principales:

 

Dolor y malestar

El dolor es uno de los síntomas más característicos de las hemorroides externas. Puede ser agudo e intenso, especialmente en las hemorroides trombosadas, cuando se forma un coágulo de sangre en la vena hemorroidal. El dolor puede aumentar al sentarse, moverse o defecar.

 

Picazón e irritación

La picazón alrededor del ano es un síntoma común de las hemorroides externas. Es causada por irritación de la piel y puede resultar muy desagradable. La fricción y la humedad constantes en esta zona pueden empeorar la picazón y provocar más irritación e inflamación.

 

Sangrado

Por lo general, se observa durante las deposiciones, cuando las heces duras pasan por el ano y dañan las venas varicosas. El sangrado puede ser leve, con pequeñas gotas de sangre en el papel higiénico, o más abundante, con mayores cantidades de sangre en la taza del inodoro.

 

Hinchazón y edema

Se debe a la dilatación de las venas y a la acumulación de líquido en los tejidos que rodean el ano. La hinchazón puede ser blanda o firme, dependiendo de la presencia de un trombo en la vena hemorroidal.

 

Nódulos duros

A veces, las hemorroides externas pueden formar nódulos duros alrededor del ano. Estos nódulos son el resultado de la acumulación de sangre en las venas varicosas y pueden ser muy dolorosos. A la palpación, estos nódulos se sienten como bultos duros debajo de la piel.

 

Inflamación y enrojecimiento

El enrojecimiento y la hinchazón son el resultado de la irritación e inflamación de los tejidos. Esta condición puede ir acompañada de una sensación de ardor y una mayor sensibilidad de la piel.

 

Dificultad para defecar

 

Dificultad para defecar

 

Las personas con hemorroides externas a menudo tienen dificultades para defecar. El dolor y la incomodidad pueden hacer que caminar según sea necesario sea incómodo e incluso doloroso. Esto puede provocar que se eviten las deposiciones y que empeore el estreñimiento, lo que complica aún más la afección.

 

4. Diagnóstico

 

El diagnóstico de hemorroides externas es un proceso clave para el tratamiento y manejo adecuados de la afección. Un diagnóstico preciso puede ayudar a distinguir las hemorroides de otras afecciones con síntomas similares, como fisuras anales, abscesos o incluso cáncer de ano.

El proceso de diagnóstico suele implicar varios pasos:

 

1. Examen clínico

El primer paso en el diagnóstico de hemorroides externas es el examen clínico. El médico realiza una inspección visual del área anal para detectar hemorroides visibles. Las hemorroides externas suelen ser visibles como protuberancias o nódulos alrededor del ano. El médico también puede palpar para determinar el tamaño y la sensibilidad de las hemorroides.

 

2. Anoscopia

La anoscopia es un procedimiento mínimamente invasivo en el que el médico utiliza un instrumento especial llamado anoscopio para observar el interior del ano y la parte inferior del recto. Este procedimiento ayuda a visualizar mejor las hemorroides y evaluar su condición. La anoscopia es útil no sólo para diagnosticar hemorroides internas, sino también para diferenciar otras posibles causas de sangrado anal.

 

3. Proctoscopia

Una proctoscopia es similar a una anoscopia, pero utiliza un instrumento más largo llamado proctoscopio que permite ver una mayor parte del recto. Este procedimiento es útil para detectar hemorroides situadas más arriba y otras enfermedades del recto. La proctoscopia se realiza de forma ambulatoria y generalmente no requiere anestesia.

 

4. Sigmoidoscopia

La sigmoidoscopia es un procedimiento que permite examinar la parte inferior del intestino grueso (colon sigmoide) y el recto. Se realiza utilizando un instrumento flexible llamado sigmoidoscopio. Este procedimiento puede ayudar a detectar inflamación, pólipos o tumores que puedan estar causando síntomas similares a los de las hemorroides. La sigmoidoscopia es particularmente útil cuando se sospechan enfermedades intestinales más graves.

 

5. Investigaciones de laboratorio

 

Investigaciones de laboratorio

 

En algunos casos, el médico puede ordenar pruebas de laboratorio para descartar otras enfermedades. Un análisis de sangre puede ayudar a detectar la anemia que puede resultar de un sangrado crónico. Se puede utilizar una prueba de heces para detectar la presencia de sangre en las heces, lo que puede ser un signo de hemorroides u otras afecciones intestinales.

 

5. Tratamiento

 

El tratamiento para las hemorroides externas es variado y depende de la gravedad de los síntomas, la extensión de las hemorroides y la salud general del paciente. Es importante comenzar con el diagnóstico correcto para poder determinar el método de tratamiento más adecuado. Las hemorroides externas se pueden tratar tanto con métodos conservadores como con intervenciones quirúrgicas.

 

Tratamiento conservador

 

El tratamiento conservador es la primera línea de terapia para muchos pacientes con hemorroides externas. Incluye varios métodos no invasivos que tienen como objetivo aliviar los síntomas y evitar que la afección empeore.

 

Cambios en el estilo de vida:

  • Aumento del consumo de fibra: consumir más fibra puede ayudar a ablandar las heces y facilitar las deposiciones. Esto reduce la tensión en las venas del ano y el recto. Los alimentos ricos en fibra incluyen frutas, verduras, cereales integrales y legumbres;
  • Mayor ingesta de líquidos: Beber suficiente agua ayuda a mantener la hidratación y previene el estreñimiento;
  • Evitar permanecer sentado durante mucho tiempo: los descansos regulares y los cambios de posición pueden reducir la presión sobre el ano.

 

Tratamientos locales

  • Cremas y ungüentos: los anestésicos tópicos y las cremas antiinflamatorias pueden ayudar a aliviar el dolor y la picazón. Los ejemplos incluyen cremas de hidrocortisona y productos que contienen lidocaína;
  • Baños tibios: Sentarse en agua tibia varias veces al día puede aliviar las molestias y reducir la hinchazón.

 

Medicamentos orales

Analgésicos: tomar analgésicos como ibuprofeno o paracetamol puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación;
Flavonoides: algunos pacientes encuentran alivio con suplementos que contienen flavonoides, que tienen propiedades venotónicas y antiinflamatorias.

 

Procedimientos mínimamente invasivos

 

Cuando el tratamiento conservador no es lo suficientemente eficaz, se pueden aplicar procedimientos mínimamente invasivos. Suelen ser ambulatorios y ofrecen un rápido alivio de los síntomas.

 

Ligadura con banda elástica

Este procedimiento consiste en colocar una pequeña banda elástica alrededor de la base de la hemorroide. La cinta corta el suministro de sangre a la hemorroide, lo que hace que se seque y se caiga en unos pocos días. La ligadura es un método eficaz para tratar las hemorroides internas, pero también se puede utilizar para las hemorroides externas que se encuentran cerca del recto.

 

Escleroterapia

La escleroterapia implica inyectar un agente esclerosante en la hemorroide, lo que hace que las venas se encojan y se esclerosen. Este procedimiento es rápido y eficaz para tratar hemorroides de tamaño pequeño a mediano.

 

Coagulación infrarroja

La coagulación por infrarrojos utiliza rayos infrarrojos para coagular el tejido hemorroidal. Este procedimiento es mínimamente invasivo y ofrece un alivio rápido.

 

Tratamiento quirúrgico

 

En el caso de hemorroides graves o complicadas, los métodos quirúrgicos pueden ser los más eficaces. Estos procedimientos suelen aplicarse cuando otros métodos han fallado.

 

Hemorroidectomía

 

Eliminación de hemorroides

 

La hemorroidectomía es un procedimiento quirúrgico para eliminar las hemorroides. Se realiza bajo anestesia general o local e implica la escisión del tejido hemorroidal. Este procedimiento es eficaz para tratar hemorroides grandes y rebeldes, pero requiere un período de recuperación más prolongado.

 

Hemorroidopexia con grapadora

La hemorroidopexia con grapadora utiliza una grapadora quirúrgica para eliminar parte del tejido hemorroidal y levantar el resto de las hemorroides. Este procedimiento es menos doloroso que una hemorroidectomía tradicional y tiene un período de recuperación más corto.

 

6. Mitos y realidades sobre las hemorroides externas

 

Existen muchos mitos y conceptos erróneos sobre las hemorroides externas. Separar los mitos de los hechos es importante para la comprensión y el tratamiento adecuados de esta afección. Éstos son algunos de los mitos más comunes y las realidades asociadas con ellos.

 

Mito: Sólo las personas mayores sufren de hemorroides

Hecho: Las hemorroides pueden afectar a personas de todas las edades.

Aunque las hemorroides son más comunes en las personas mayores, pueden afectar a personas de todas las edades, incluidos adultos jóvenes e incluso niños. Factores de riesgo como el estreñimiento, los malos hábitos alimentarios y el sedentarismo pueden provocar hemorroides independientemente de la edad.

 

Mito: las hemorroides externas siempre sangran

Hecho: No todas las hemorroides externas sangran

El sangrado es un síntoma común de las hemorroides, pero no todas las hemorroides externas sangran. Algunas hemorroides sólo causan dolor, hinchazón y malestar sin sangrado visible. El sangrado suele ocurrir en casos más graves o cuando se lesionan las hemorroides.

 

Mito: Las hemorroides siempre requieren tratamiento quirúrgico

Hecho: muchas hemorroides se pueden tratar con métodos conservadores.

No todas las hemorroides requieren cirugía. Muchos casos pueden tratarse con éxito con cambios en el estilo de vida, cambios en la dieta, tratamientos tópicos y procedimientos mínimamente invasivos. El tratamiento quirúrgico sólo es necesario en casos graves o complicados.

 

Mito: Sentarse sobre superficies frías provoca hemorroides

Hecho: No hay evidencia de que las superficies frías causen hemorroides.

No se ha demostrado que sentarse sobre superficies frías cause hemorroides. Las principales causas de las hemorroides están relacionadas con el aumento de la presión en la zona rectal, el estreñimiento, el embarazo y factores hereditarios. Las superficies frías pueden causar molestias temporales, pero no provocan hemorroides.

 

Mito: Todo dolor de ano es causado por hemorroides

Hecho: El dolor en el ano puede ser causado por una variedad de condiciones.

El dolor en el ano no siempre es resultado de hemorroides. Otras afecciones como fisuras anales, abscesos, infecciones e incluso cáncer de ano pueden provocar síntomas similares. Por tanto, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.

 

Mito: el ejercicio empeora las hemorroides

Hecho: El ejercicio moderado es útil para prevenir y controlar las hemorroides.

El ejercicio moderado, como caminar, hacer yoga y nadar, puede ayudar a mejorar la circulación y prevenir el estreñimiento, lo que reduce el riesgo de hemorroides. El ejercicio extenuante, especialmente el levantamiento de pesas, puede empeorar la afección si no se realiza correctamente.

 

Mito: Los cambios en la dieta por sí solos son suficientes para tratar las hemorroides

Hecho: Los cambios en la dieta son importantes, pero a menudo se necesitan otros métodos.

Los cambios en la dieta, como aumentar la ingesta de fibra y líquidos, son una parte importante de la prevención y el tratamiento de las hemorroides. Sin embargo, en muchos casos, se necesitan otros métodos, como tratamientos tópicos, procedimientos mínimamente invasivos o incluso cirugía, para controlar eficazmente la afección.

 

7. Cuándo buscar atención médica

 

Aunque las hemorroides externas muchas veces pueden tratarse con remedios caseros y cambios en el estilo de vida, existen situaciones en las que es necesario buscar atención médica. La derivación temprana a un médico puede prevenir complicaciones y garantizar un tratamiento más rápido y eficaz.

 

Éstos son algunos de los casos en los que debes buscar ayuda médica:

 

Dolor intenso y prolongado.

Si experimentas un dolor intenso y persistente en la zona anal que no se alivia con remedios caseros o medicamentos de venta libre, debes consultar a un médico. El dolor intenso puede ser un signo de una hemorroide externa trombosada que requiere intervención médica.

 

Sangrado excesivo

El sangrado por el ano es un síntoma común de las hemorroides, pero si el sangrado es excesivo o prolongado, es importante buscar atención médica. El sangrado excesivo puede provocar anemia y ser un signo de otras afecciones graves, como fisuras anales o cáncer de colon.

 

Dificultad para evacuar los intestinos

Si tiene dificultades para defecar o siente que sus intestinos están incompletos, esto podría ser un signo de un problema más grave. Un médico puede realizar las pruebas necesarias para determinar la causa y sugerir el tratamiento adecuado.

 

Hinchazón e inflamación

La hinchazón e inflamación alrededor del ano que no mejora con tratamientos caseros requiere evaluación médica. La inflamación puede ser un signo de una infección o un absceso que requiere tratamiento con antibióticos o cirugía.

 

Cambios en el color o la consistencia de las heces.

Los cambios en el color o la consistencia de las heces, como heces negras o muy oscuras, pueden ser un signo de hemorragia interna. Esto requiere una evaluación médica inmediata para descartar afecciones graves como úlceras o cáncer.

 

hemorroides recurrentes

Si sus hemorroides reaparecen con frecuencia a pesar de los cambios en el estilo de vida y los remedios caseros, es necesaria una consulta médica. El médico puede sugerir pruebas adicionales y métodos de tratamiento más eficaces, como procedimientos mínimamente invasivos o cirugía.

 

Empeoramiento de los síntomas

Si sus síntomas de hemorroides empeoran en lugar de mejorar, es importante buscar atención médica. El empeoramiento de los síntomas puede ser un signo de complicaciones que requieren un tratamiento más agresivo.

 

Historia familiar de cáncer colorrectal.

Si tiene antecedentes familiares de cáncer colorrectal, debe estar más atento a los síntomas y buscar ayuda médica a la primera señal de problemas. La detección y el tratamiento tempranos de afecciones potencialmente graves son esenciales.

 

8. Conclusión

 

Las hemorroides externas son un problema común y desagradable. Se pueden controlar con el tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida. Si tiene síntomas, consulte a un médico para obtener el mejor tratamiento. Mantenga un estilo de vida saludable para prevenir problemas futuros.

 

FUENTES:

1. Mayo Clinic: Hemorrhoids - Symptoms and causes (26.05.2024)
2. Mayo Clinic: Hemorrhoids - Diagnosis and treatment (26.05.2024)
3. Mayo Clinic: Hemorrhoids during pregnancy (26.05.2024)