La artritis es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. Puede aparecer a cualquier edad: para algunas personas, la artritis es simplemente una molestia, pero para otras puede provocar limitaciones significativas en el movimiento y la calidad de vida.

La artritis no es solo una enfermedad de las personas mayores, como se suele creer. También puede afectar a personas jóvenes, incluso a niños, como resultado de enfermedades autoinmunes, predisposición genética u otros factores.

 

Sus síntomas pueden aparecer de forma gradual y, a menudo, pasar desapercibidos al principio, lo que puede provocar un retraso en el diagnóstico y un tratamiento más difícil.

 

1. ¿Qué es la artritis?

 

La artritis no es una enfermedad única, sino un término que engloba un grupo de más de 100 afecciones diferentes que afectan las articulaciones y los tejidos circundantes. Esto la convierte en una de las afecciones médicas más complejas y diversas, que requiere un enfoque personalizado para su diagnóstico y tratamiento.

La artritis puede afectar a cualquier articulación del cuerpo humano, desde las pequeñas articulaciones de los dedos hasta las articulaciones grandes como las de las rodillas y las caderas.

 

La artritis puede afectar otras partes del cuerpo además de las articulaciones. Algunas formas de artritis, como la artritis reumatoide o la artritis psoriásica, pueden afectar órganos como la piel, los ojos, el corazón o los pulmones.

 

La artritis no siempre es el resultado del envejecimiento o del desgaste mecánico de las articulaciones. Puede ser causada por diversos factores: inflamación, desgaste mecánico, infecciones o reacciones autoinmunes.

 

2. Tipos de artritis

 

El término artritis abarca muchas afecciones diferentes, cada una con sus propios mecanismos únicos de desarrollo, síntomas e impacto en el cuerpo.

 

Artrosis

La artrosis, también conocida como "artritis por desgaste", es el tipo más común. El cartílago que cubre los extremos de los huesos en las articulaciones se desgasta con el tiempo, lo que genera fricción entre los huesos, lo que causa dolor, rigidez e hinchazón.

A menudo afecta las articulaciones que soportan peso, como las rodillas, las caderas y la columna vertebral. En casos avanzados, pueden desarrollarse espolones óseos (osteofitos), lo que limita aún más el movimiento.

 

Artritis reumatoide

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca los tejidos de las articulaciones. No solo causa inflamación y dolor, sino que también puede provocar deformidad articular.

A diferencia de la artrosis, este tipo de artritis suele comenzar a una edad más temprana y puede afectar a varias articulaciones de forma simétrica. A menudo, también se ven afectados otros órganos, como los pulmones, los ojos y el corazón.

 

Gota

La gota es un tipo de artritis causada por la acumulación de ácido úrico en el cuerpo. Los cristales de ácido úrico se depositan en las articulaciones, con mayor frecuencia en la base del dedo gordo del pie, lo que provoca ataques repentinos y extremadamente dolorosos.

A menudo se asocia con una dieta rica en carnes rojas, mariscos y alcohol, así como con trastornos metabólicos como la obesidad y la diabetes.

 

Gota

 

Artritis psoriásica

Este tipo de artritis está relacionada con la enfermedad de la piel llamada psoriasis. Además de las articulaciones, también afecta la piel, provocando manchas rojas y escamosas.

La artritis psoriásica puede afectar tanto a las articulaciones pequeñas (como las de los dedos) como a las grandes (como las rodillas). La hinchazón de los dedos (los llamados "dedos de salchicha") es un síntoma visual característico de la enfermedad.

 

Artritis reactiva

La artritis reactiva es una afección que se produce después de una infección, con mayor frecuencia del sistema genitourinario o gastrointestinal. Los síntomas incluyen dolor en las articulaciones, inflamación de los tendones y, a veces, ojos rojos (conjuntivitis). Las articulaciones afectadas suelen ser asimétricas y la afección puede ser temporal o crónica.

 

Espondilitis anquilosante

La espondilitis anquilosante es una artritis inflamatoria crónica que afecta la columna vertebral. Provoca dolor y rigidez en la zona lumbar y la pelvis y, en casos más graves, puede provocar la fusión de las vértebras, lo que reduce significativamente la movilidad.

 

Artritis juvenil

Se trata de un tipo de artritis que afecta a niños menores de 16 años. Los síntomas principales son inflamación, hinchazón y dolor, y pueden ir acompañados de síntomas adicionales como fiebre y erupciones cutáneas.

La artritis juvenil puede tener diferentes formas: sistémica, oligoarticular (que afecta a un pequeño número de articulaciones) y poliarticular (que afecta a múltiples articulaciones).

 

Cada tipo de artritis tiene sus características específicas, pero todas ellas requieren un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado. En ocasiones, los pacientes pueden presentar una combinación de diferentes tipos de artritis, lo que hace que la enfermedad sea aún más complicada de controlar.

 

3. ¿Cuáles son los principales síntomas de la artritis?

 

Además de los signos principales como dolor, hinchazón y rigidez, la artritis suele ir acompañada de síntomas más complejos y específicos que pueden complicar el diagnóstico.

 

1. Dolor en las articulaciones

 

El dolor es el síntoma más común de la artritis. Puede ser:

  • Agudo o crónico - al principio, el dolor suele ser episódico, pero con el tiempo puede volverse constante;
  • Localizado o generalizado - algunas personas experimentan dolor en una articulación, mientras que en otras puede afectar varias articulaciones al mismo tiempo;
  • Empeoramiento con el movimiento - en la osteoartritis, el dolor suele aumentar con la actividad física, mientras que en las formas inflamatorias, como la artritis reumatoide, el dolor suele empeorar en reposo.

 

2. Hinchazón y enrojecimiento

 

La hinchazón es el resultado de la inflamación en la articulación. Puede ir acompañada de enrojecimiento y una sensación de calor alrededor del área afectada. Estos síntomas son especialmente pronunciados en los tipos inflamatorios de artritis, como la gota y la artritis reumatoide.

  • Periódica o constante - en la gota, la hinchazón puede ocurrir en ataques, mientras que en las formas crónicas de artritis es constante;
  • Intensidad - algunos tipos de artritis, como la artritis séptica, causan una hinchazón extremadamente grave que limita el movimiento.

 

3. Rigidez articular

 

La rigidez articular es otro síntoma común. Se nota especialmente por la mañana o después de un largo período de descanso.

  • Rigidez matutina - característica de la artritis reumatoide, la rigidez matutina puede durar desde unos minutos hasta varias horas;
  • Después del descanso - la rigidez después de sentarse o acostarse es común en la osteoartritis y la espondilitis anquilosante.

 

Rigidez articular

 

4. Movilidad articular reducida

 

A medida que la artritis progresa, la movilidad de las articulaciones disminuye. Las personas afectadas pueden experimentar dificultades para realizar actividades cotidianas, como:

  • Abrir frascos;
  • Subir escaleras;
  • Caminar o levantarse de una silla.

 

Esta disminución en el rango de movimiento a menudo es el resultado de una combinación de dolor, inflamación y daño estructural.

 

5. Deformidad articular

 

En casos más graves y avanzados, la artritis puede provocar deformidades visibles en las articulaciones. Esto es especialmente cierto en el caso de la artritis reumatoide y la artritis psoriásica.

  • Deformidad de los dedos - las articulaciones de las manos pueden distorsionarse, lo que dificulta significativamente los movimientos finos;
  • Bultos y nódulos - algunas formas de artritis, como la artritis reumatoide, pueden provocar la formación de nódulos reumatoides alrededor de las articulaciones.

 

6. Síntomas sistémicos

 

En algunos casos, la artritis afecta no solo las articulaciones sino todo el cuerpo. Esto puede incluir:

  • Fatiga - el dolor y la inflamación persistentes pueden provocar una sensación de agotamiento;
  • Fiebre - un síntoma común en los tipos inflamatorios de artritis, especialmente la artritis reactiva y la artritis séptica;
  • Pérdida de apetito y peso - la inflamación sistémica puede afectar el metabolismo y el apetito.

 

4. ¿Cómo se produce la artritis? Causas principales y factores de riesgo

 

La artritis puede ser causada por múltiples factores que interactúan de manera compleja. Pueden ser genéticos, ambientales, mecánicos o relacionados con el estilo de vida.

 

Predisposición genética

La predisposición genética juega un papel importante en el desarrollo de algunos tipos de artritis, como la artritis reumatoide, la gota y la espondilitis anquilosante.

 

Edad avanzada

A medida que envejece, aumenta la probabilidad de desarrollar artritis.

 

Lesiones o traumatismos articulares

Las lesiones articulares pueden provocar el desarrollo de artritis incluso años después de que se produzcan.

 

Enfermedades autoinmunes

En las formas autoinmunes de artritis, como la artritis reumatoide y el lupus, el sistema inmunitario ataca sus propios tejidos, incluidas las articulaciones, lo que provoca inflamación, dolor y daño.

 

Infecciones

Las bacterias, los virus o los hongos pueden provocar inflamación en las articulaciones al atacar directamente el tejido articular. Las formas de artritis causadas por infecciones, como la artritis séptica y la artritis reactiva, son relativamente raras.

 

Estilo de vida

Muchos aspectos del estilo de vida contribuyen al desarrollo de la artritis: un estilo de vida sedentario, una dieta inadecuada (deficiencia de vitamina D y calcio, consumo excesivo de azúcar, sal o grasas saturadas), el tabaquismo.

 

Cambios hormonales

Los cambios hormonales juegan un papel importante en el desarrollo de algunos tipos de artritis, ya que pueden afectar los procesos inflamatorios del cuerpo y el funcionamiento del sistema inmunológico.

Por ejemplo, las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar artritis reumatoide, especialmente durante períodos de desequilibrio hormonal, como el embarazo, el período posparto y la menopausia.

 

Cambios hormonales

 

Obesidad

El sobrepeso es uno de los principales factores de riesgo de la artrosis, ya que aumenta la carga sobre las articulaciones.

 

Trastornos metabólicos

Los trastornos metabólicos pueden contribuir al desarrollo de ciertos tipos de artritis. La afección más común es la gota, en la que los altos niveles de ácido úrico en la sangre conducen a la formación de cristales en las articulaciones.

 

5. ¿Cómo se diagnostica la artritis?

 

El diagnóstico de la artritis requiere una combinación de una revisión del historial médico del paciente, un examen físico y pruebas especializadas.

 

1. Examen médico

El médico recopilará información sobre los síntomas, el historial médico y el estilo de vida del paciente. Esto incluye:

  • Descripción de los síntomas - duración, intensidad y momento de aparición del dolor y la rigidez;
  • Historial médico - recopilación de datos sobre enfermedades previas, lesiones y antecedentes familiares de artritis o enfermedades autoinmunes;
  • Examen físico - el médico examina las articulaciones afectadas en busca de signos de hinchazón, enrojecimiento, calor y deformidad. También se verifica el rango de movimiento.

 

2. Estudios de imagen

Los estudios de imagen son una herramienta de diagnóstico clave, ya que proporcionan una imagen clara de los cambios estructurales en las articulaciones. Se utilizan varias tecnologías:

  • Rayos X - el método más utilizado para detectar cambios en los huesos, como el estrechamiento del espacio articular, la presencia de osteofitos o deformidades;
  • Resonancia magnética - proporciona una vista más detallada de los tejidos blandos, como el cartílago, los tendones y los músculos;
  • Ultrasonido - a menudo se utiliza para detectar inflamación y acumulación de líquido en las articulaciones;
  • Tomografía computarizada (TC) - adecuada para casos más complejos, especialmente en espondilitis anquilosante o lesiones articulares.

 

3. Pruebas de laboratorio

Las pruebas de laboratorio ayudan a confirmar el diagnóstico e identificar el tipo específico de artritis. Las pruebas más utilizadas incluyen:

  • Prueba del factor reumatoide (FR) - ayuda a diagnosticar la artritis reumatoide;
  • Anticuerpos antinucleares (ANA) - detecta enfermedades autoinmunes como el lupus y la artritis reumatoide;
  • Proteína C reactiva (PCR) y velocidad de sedimentación globular (VSG) - indicadores de inflamación en el cuerpo;
  • Pruebas de ácido úrico - para diagnosticar la gota;
  • Análisis del líquido articular - mediante una aspiración, el médico toma una muestra del líquido de la articulación para examinar la presencia de cristales, infección o inflamación.

 

 Pruebas de laboratorio

 

4. Diagnóstico diferencial

El diagnóstico de la artritis requiere descartar otras enfermedades que pueden causar síntomas similares. Esto incluye:

  • Enfermedades infecciosas (p. ej., enfermedad de Lyme o sepsis);
  • Trastornos metabólicos (p. ej., gota o seudogota);
  • Enfermedades degenerativas (p. ej., osteoporosis o tendinitis).

 

5. Seguimiento de los síntomas

En algunos casos, un diagnóstico definitivo requiere un seguimiento continuo de los síntomas. El médico puede controlar:

  • Cómo se desarrollan los síntomas;
  • Cómo responde el cuerpo al tratamiento inicial;
  • Si hay presencia de nuevos síntomas que puedan proporcionar más claridad sobre el tipo de artritis.

 

Consejos para los pacientes durante el diagnóstico

 

Los pacientes desempeñan un papel activo en el proceso de diagnóstico. Para obtener resultados más precisos, es importante:

  • Llevar un diario de los síntomas: registrar el dolor, la rigidez y cómo cambian a lo largo del día;
  • Brindar información sobre los antecedentes médicos familiares;
  • Brindar detalles sobre el estilo de vida, incluida la dieta, la actividad física y las posibles lesiones.

 

Importancia del diagnóstico precoz

 

El diagnóstico temprano de la artritis es fundamental porque:

  • Permite iniciar el tratamiento antes de que se produzca un daño articular irreversible;
  • Reduce el riesgo de complicaciones graves, como deformidades o inflamación sistémica;
  • Mejora la calidad de vida mediante una intervención oportuna.

 

6. ¿Cómo se trata la artritis?

 

El tratamiento de la artritis tiene como objetivo aliviar el dolor, mejorar la función articular y prevenir daños mayores. La elección de la terapia depende del tipo de artritis, su gravedad y las características individuales del paciente.

 

Medicamentos

 

La terapia con medicamentos es un componente importante del tratamiento de la artritis. Incluye diferentes clases de medicamentos según el tipo y la gravedad de la enfermedad:

  • Analgésicos - por ejemplo, paracetamol, que alivia el dolor pero no reduce la inflamación;
  • Fármacos antiinflamatorios (AINE) - el ibuprofeno o el naproxeno reducen tanto el dolor como la inflamación;
  • Corticosteroides - se utilizan para la inflamación grave mediante inyección o comprimidos, como la prednisona;
  • Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME) - el metotrexato y la sulfasalazina ayudan a retardar la progresión de la enfermedad en la artritis reumatoide;
  • Fármacos biológicos - son medicamentos más nuevos, como el adalimumab y el etanercept, que bloquean procesos inflamatorios específicos.

 

Medicamentos

 

Fisioterapia

 

La fisioterapia es una parte integral del tratamiento, especialmente para las formas crónicas de artritis. Ayuda a:

  • Mejorar la movilidad - mediante ejercicios que aumentan el rango de movimiento;
  • Fortalecer los músculos - unos músculos más fuertes pueden reducir la carga sobre las articulaciones;
  • Aliviar el dolor - se utilizan métodos como el ultrasonido, la estimulación eléctrica y la termoterapia.

 

Cirugía

 

Cuando los métodos conservadores no dan resultados, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico:

  • Reemplazo de articulación (artroplastia) - se utiliza con mayor frecuencia en casos de osteoartritis grave de rodillas o caderas;
  • Artroscopia - procedimiento mínimamente invasivo para eliminar tejido o líquido dañado de una articulación;
  • Fusión articular (artrodesis) - se utiliza para estabilizar las articulaciones cuando otros métodos no son efectivos.

 

Medicina alternativa

 

Algunos pacientes encuentran alivio a través de métodos alternativos que pueden utilizarse como complemento al tratamiento convencional:

  • Acupuntura - reduce el dolor y estimula la circulación sanguínea en las zonas afectadas;
  • Homeopatía - se utiliza para aliviar los síntomas de algunos tipos de artritis;
  • Suplementos - la glucosamina, la condroitina y la curcumina pueden ayudar a reducir la inflamación y mantener el cartílago.

 

7. ¿Qué hierbas naturales ayudan con la artritis?

 

Las hierbas son una forma natural de aliviar los síntomas de la artritis. Pueden reducir la inflamación, aliviar el dolor y favorecer la salud de las articulaciones.

 

1. Cúrcuma

La curcumina presente en la cúrcuma tiene potentes propiedades antiinflamatorias que pueden reducir la inflamación y el dolor en casos de osteoartritis y artritis reumatoide.

Añádela a las comidas, bébela como té o tómala como suplemento dietético.

 

Cúrcuma

 

2. Ginger

Ginger contains gingerols and chagaols, which reduce inflammation and improve blood circulation in the joints.

Aplicar una Pomada para dolor articular en el que el jengibre es uno de los ingredientes principales, preparar té o añadirlo como especia a los platos.

 

3. Árnica

La árnica alivia el dolor y reduce la inflamación cuando se aplica tópicamente.

Usar Pomadas o aceites con extracto de Árnica para masajear las articulaciones afectadas.

 

4. Consuelda

La consuelda ayuda a regenerar el cartílago y aliviar el dolor.

Utilice consuelda Pomadas o compresas tópicas sobre las articulaciones doloridas.

 

5. Ortiga

Rica en silicio y minerales, Ortiga Fortalece los huesos y las articulaciones, alivia el dolor y reduce la inflamación.

Bebe té de ortiga o utiliza hojas frescas para hacer compresas.

 

Ortiga

 

6. Diente de león

Los antioxidantes y minerales del diente de león favorecen la salud de las articulaciones, desintoxican el organismo y reducen los procesos inflamatorios.

Prepare un té con las hojas secas o Raíz de diente de león. También puedes agregar hojas frescas a las ensaladas.

 

8. Conclusión

 

La artritis es una enfermedad que afecta a millones de personas y requiere atención y cuidados especiales. Conocer los síntomas, las causas y las opciones de tratamiento es fundamental para controlar con éxito la afección.

El diagnóstico temprano, el tratamiento adecuado y los cambios en el estilo de vida pueden reducir significativamente el dolor y mejorar la calidad de vida. Independientemente del tipo de artritis, la consulta con un especialista y un enfoque individual son fundamentales para un control eficaz de la enfermedad.

 

FUENTES:

1. Mayo Clinic: Arthritis - Symptoms and Causes (14.02.2025)
2. Arthritis Foundation: What Is Arthritis? (14.02.2025)