Las hemorroides internas son un tipo de venas varicosas que se encuentran dentro del recto. Aunque las hemorroides externas son más notorias y dolorosas, las internas también pueden causar importantes molestias y problemas de salud si no se tratan a tiempo.

En este artículo, consideraremos en detalle los métodos más efectivos para su tratamiento.

 

1. Métodos caseros para el tratamiento de las hemorroides internas.

 

El tratamiento para las hemorroides internas suele comenzar con remedios caseros que pueden aliviar los síntomas y evitar que la afección empeore. Estos métodos son asequibles, fáciles de aplicar y pueden resultar extremadamente eficaces para las formas más leves de hemorroides.

Éstos son algunos de los remedios caseros más populares y probados:

 

Buena hidratación

Mantenerse bien hidratado es un factor clave para combatir el estreñimiento, que es una de las principales causas de las hemorroides internas. Beber suficiente agua ayuda a ablandar las heces y facilitar su paso por los intestinos. Recomendamos beber al menos 8 vasos de agua al día (unos 2 litros).

 

Dieta rica en fibra

La fibra aumenta el volumen y la suavidad de las heces, lo que facilita su evacuación y reduce la necesidad de esforzarse durante las deposiciones. Las fuentes dietéticas de fibra incluyen frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y frutos secos. En ocasiones puede ser necesario añadir fibra en forma de suplementos.

 

Dieta rica en fibra

 

Baños calientes

Los baños tibios, también conocidos como baños de asiento, pueden proporcionar un alivio significativo de los síntomas de las hemorroides internas. Remojarlo en agua tibia durante 15 a 20 minutos varias veces al día ayuda a reducir la inflamación y aliviar el dolor y el malestar. Se puede agregar sal de Epsom (sulfato de magnesio) al agua para lograr un efecto adicional.

 

Medios tópicos: cremas, ungüentos, supositorios.

Los productos que contienen hidrocortisona o lidocaína pueden reducir la inflamación y el dolor. Siga atentamente las instrucciones de uso.

 

Mantener una buena higiene

Mantener una buena higiene anal es importante para prevenir más irritaciones e infecciones. Después de defecar, use toallitas húmedas en lugar de papel higiénico seco. Evite productos con fragancias y alcohol, que pueden irritar la piel.

 

Paquetes de hielo

La aplicación de compresas de hielo puede ayudar a reducir la hinchazón y aliviar el dolor. Las compresas deben aplicarse durante unos 10 a 15 minutos varias veces al día. Es importante utilizar una toalla u otro material intermedio entre el hielo y la piel para evitar el contacto directo y la congelación.

 

Ejercicios fisicos

La actividad física regular mejora la circulación sanguínea y apoya un sistema digestivo saludable. Evite el ejercicio que implique levantar objetos pesados ​​o hacer un esfuerzo excesivo, ya que pueden empeorar los síntomas.

 

Evitar estar sentado por mucho tiempo

Estar sentado durante mucho tiempo, especialmente sobre superficies duras, puede aumentar la presión sobre las venas de la zona anal. Si su trabajo requiere estar sentado por mucho tiempo, tome descansos frecuentes y camine para estimular la circulación. También puede ser útil utilizar una almohada suave o una almohadilla especial para hemorroides.

 

Evitar estar sentado por mucho tiempo

 

Aromaterapia y remedios herbales.

Ciertos remedios a base de hierbas y aceites esenciales pueden aliviar los síntomas de las hemorroides internas. El aceite de manzanilla, hamamelis, milenrama, avellana y árbol de té tienen propiedades antiinflamatorias y calmantes.

 

Los remedios caseros para las hemorroides internas pueden resultar extremadamente eficaces en casos leves y como terapia de apoyo. Sin embargo, si los síntomas no mejoran o empeoran, es importante buscar atención médica para una evaluación y tratamiento adicionales.

 

2. Tratamiento médico de las hemorroides internas.

 

El tratamiento médico para las hemorroides internas puede ser necesario cuando los remedios caseros no son suficientes para aliviar los síntomas o cuando las hemorroides están más avanzadas. Los médicos ofrecen una variedad de tratamientos que van desde terapia con medicamentos hasta procedimientos mínimamente invasivos e intervenciones quirúrgicas.

 

Medicamentos

 

Al tratar las hemorroides internas, los médicos suelen recetar una variedad de medicamentos, que pueden incluir:

  • Cremas, ungüentos y supositorios: estos productos suelen contener hidrocortisona o lidocaína, que reducen la inflamación y alivian el dolor. Se pueden utilizar para el alivio de los síntomas a corto plazo;
  • Medicamentos orales: a veces se recetan analgésicos o antiinflamatorios para reducir las molestias;
  • Flebotónicos: estos medicamentos mejoran el tono venoso y reducen la inflamación. Son especialmente útiles para las hemorroides crónicas.

 

Procedimientos mínimamente invasivos

 

Cuando los medicamentos no son suficientes, el siguiente paso son los procedimientos mínimamente invasivos. Incluyen:

  • Ligadura con banda elástica: este procedimiento consiste en colocar pequeñas bandas elásticas alrededor de la base de la hemorroide. Esto corta el suministro de sangre y la hemorroide se cae después de unos días. La ligadura con banda elástica es eficaz para las hemorroides de segunda y tercera etapa;
  • Escleroterapia: La escleroterapia implica inyectar una sustancia química en la hemorroide que hace que las venas se encojan y la hemorroide desaparezca. Este procedimiento es indoloro y adecuado para hemorroides más pequeñas;
  • Coagulación por infrarrojos: este procedimiento utiliza luz infrarroja para quemar el tejido de las hemorroides. Esto corta el suministro de sangre y la hemorroide se encoge. El procedimiento es rápido y mínimamente invasivo;

 

3. Tratamiento quirúrgico de las hemorroides internas.

 

El tratamiento quirúrgico de las hemorroides internas se aplica cuando otros métodos no son efectivos o cuando las hemorroides se encuentran en un estado avanzado. Las intervenciones quirúrgicas ofrecen un alivio duradero, pero también requieren un período de recuperación más prolongado y pueden estar asociadas con un mayor riesgo de complicaciones.

 

Estos son los principales métodos quirúrgicos utilizados para tratar las hemorroides internas:

 

Hemorroidectomía

 

La hemorroidectomía es el método quirúrgico más tradicional y ampliamente utilizado para eliminar las hemorroides internas. El procedimiento implica la escisión quirúrgica de los tejidos hemorroidales. Esta técnica es particularmente eficaz para hemorroides grandes y rebeldes que no responden a otros tratamientos.

 

Tipos de hemorroidectomía

  • Hemorroidectomía abierta: en este método, se extirpan las hemorroides y las heridas se dejan abiertas para una curación natural. Este enfoque reduce el riesgo de infección, pero puede estar asociado con un período más prolongado de dolor y recuperación;
  • Hemorroidectomía cerrada: las heridas se cierran con puntos después de extirpar las hemorroides. Este método puede acelerar la recuperación, pero también conlleva un mayor riesgo de infección.

 

Procedimiento y recuperación

La hemorroidectomía generalmente se realiza bajo anestesia general o regional. Los pacientes pueden experimentar un dolor significativo después del procedimiento, que se controla con analgésicos. La recuperación puede tardar desde varias semanas hasta varios meses, según el caso individual y el tipo de hemorroidectomía.

 

Hemorroidopexia (procedimiento de grapado)

 

La hemorroidopexia, también conocida como procedimiento de grapado, es una opción quirúrgica menos invasiva. Este procedimiento implica el uso de una herramienta especial (una grapadora) que elimina parte del tejido hemorroidal y grapa el resto en su lugar en el canal anal.

Ventajas de la hemorroidopexia

  • Menos dolor: los pacientes suelen experimentar menos dolor después del procedimiento en comparación con una hemorroidectomía tradicional;
  • Recuperación más rápida: El período de recuperación es más corto, lo que permite un retorno más rápido a las actividades normales.

 

Procedimiento y recuperación

El procedimiento de grapado se realiza bajo anestesia general o regional. La recuperación suele ser más rápida y la mayoría de los pacientes se recuperan en una o dos semanas. El dolor y el malestar son menos intensos y el riesgo de complicaciones es menor.

 

Cirugía laser

 

La cirugía con láser es una técnica moderna en la que se utiliza un rayo láser para vaporizar o cortar tejido hemorroidal. Este procedimiento ofrece una serie de ventajas, que incluyen dolor mínimo, menos sangrado y una recuperación más rápida.

 

Ventajas de la cirugía láser

  • Precisión: El láser permite un corte preciso del tejido con un daño mínimo a las estructuras circundantes;
  • Mínima invasividad: el procedimiento es menos invasivo y normalmente requiere un período de recuperación más corto;
  • Bajo riesgo de complicaciones: el riesgo de infecciones y otras complicaciones es menor en comparación con los métodos quirúrgicos tradicionales.

 

Procedimiento y recuperación

La cirugía láser generalmente se realiza bajo anestesia local o general. Los pacientes pueden recuperarse rápidamente, a menudo en unos pocos días. Los médicos pueden recomendar el uso de analgésicos y mantener una buena higiene para facilitar la recuperación.

 

Posibles complicaciones del tratamiento quirúrgico.

 

A pesar de la alta eficacia de los métodos quirúrgicos, pueden estar asociados con posibles complicaciones, que incluyen:

  • Dolor: Los procedimientos quirúrgicos suelen estar asociados con dolor postoperatorio, que puede requerir el uso de analgésicos;
  • Sangrado: El sangrado es una complicación común, especialmente con la hemorroidectomía tradicional;
  • Infección: a pesar de las precauciones, se pueden desarrollar infecciones después de la cirugía;
  • Problemas para orinar: en casos raros, los pacientes pueden experimentar dificultad para orinar después del procedimiento.

 

Previsión a largo plazo

 

El tratamiento quirúrgico de las hemorroides internas ofrece un alivio duradero para muchos pacientes. Después de una intervención quirúrgica exitosa, los pacientes suelen experimentar una mejora significativa de los síntomas y una reducción de las hemorroides. Sin embargo, mantener un estilo de vida saludable, que incluya una dieta rica en fibra y actividad física regular, es esencial para prevenir las recaídas.

 

4. Prevención de hemorroides internas

 

Mantener una dieta saludable

Una de las estrategias más importantes para prevenir las hemorroides internas es mantener una dieta rica en fibra. La fibra aumenta el volumen y la suavidad de las heces, lo que facilita su paso por los intestinos y reduce la necesidad de esforzarse durante la defecación. Las fuentes recomendadas de fibra incluyen:

  • Frutas (manzanas, peras, frambuesas);
  • Verduras (brócoli, zanahoria, alcachofa);
  • Cereales integrales (avena, arroz integral, pan integral);
  • Legumbres (frijoles, lentejas, garbanzos);
  • Nueces y semillas.

 

Mantenerse bien hidratada

 

Mantenerse bien hidratado

Beber suficiente agua es importante para prevenir el estreñimiento. La deshidratación puede provocar heces duras y secas que dificultan la defecación y aumentan la presión sobre las venas rectales. Consume al menos 2 litros de agua al día.

 

Actividad física regular

La actividad física regular mejora el sistema digestivo y reduce el riesgo de estreñimiento. Los ejercicios como caminar, nadar y realizar ejercicios aeróbicos ligeros son especialmente útiles. La actividad física también ayuda a mantener un peso corporal saludable, lo que reduce la presión sobre las venas del recto.

 

Evitar permanecer sentado y de pie durante mucho tiempo

Estar sentado o de pie durante mucho tiempo puede aumentar la presión sobre las venas del recto y el ano. Si su trabajo requiere estar sentado por mucho tiempo, tome descansos frecuentes para moverse y estirarse. Usar una almohada suave o una almohadilla especial para hemorroides también puede ayudar a aliviar la presión.

 

Hábitos adecuados para caminar según sea necesario.

Los hábitos intestinales adecuados pueden reducir significativamente el riesgo de hemorroides internas. Aquí hay algunas recomendaciones:

  • No se demore: no retenga las heces cuando sienta la necesidad de ir al baño. La retención puede hacer que las heces se endurezcan y dificultar las deposiciones;
  • Evite hacer esfuerzos: Trate de evitar hacer esfuerzos fuertes al defecar. El esfuerzo aumenta la presión sobre las venas rectales y puede provocar hemorroides;
  • Sesiones cortas: Mantenga al mínimo el tiempo que pasa en el baño. Estar sentado durante mucho tiempo en el inodoro puede aumentar la presión sobre las venas rectales.

 

Mantener una buena higiene

Mantener una buena higiene en la zona anal es importante para prevenir irritaciones e infecciones que pueden contribuir al desarrollo de hemorroides. Utilice toallitas húmedas o papel higiénico sin fragancia ni alcohol. Los baños de asiento regulares también pueden ayudar a mantener la limpieza y aliviar las molestias.

 

Conclusión

 

El tratamiento de las hemorroides internas requiere una combinación de hábitos saludables y, si es necesario, intervención médica. Desde cambios en la dieta y el estilo de vida hasta procedimientos mínimamente invasivos e intervenciones quirúrgicas, existen muchos métodos eficaces para abordar este problema.

Es importante reconocer los síntomas a tiempo y tomar las medidas adecuadas para su tratamiento y prevención. La consulta con un médico es fundamental para elegir el tratamiento más adecuado según las necesidades individuales. Con el enfoque y la atención adecuados, puede lograr un alivio significativo y mejorar la calidad de su vida.

 

FUENTES:

1. WebMD: Hemorrhoids: Symptoms, Causes, and Treatment (25.05.2024)
2. Healthline: Causes of Hemorrhoids and Tips for Prevention (25.05.2024)
3. Mayo Clinic: Hemorrhoids: Symptoms (25.05.2024)