Tipos de hemorroides - Todo lo que necesitas saber
Las hemorroides son un problema médico común que afecta a una gran parte de la población. Aunque no suponen una amenaza grave para la salud, pueden resultar muy desagradables y dolorosos. En este artículo veremos en detalle qué son las hemorroides, cuáles son sus causas, síntomas y formas de tratamiento y prevención.
Qué son las hemorroides?
Las hemorroides son venas agrandadas en la parte inferior del recto y el ano. Se forman cuando las paredes de estas venas se ensanchan y adelgazan, provocando hinchazón e inflamación.
Las hemorroides se pueden clasificar en dos categorías principales: internas y externas.
Hemorroides internas
Las hemorroides internas se encuentran dentro del recto y normalmente no son visibles. A menudo no causan dolor porque no hay muchas terminaciones nerviosas sensibles al dolor en el recto. Sin embargo, pueden sangrar, especialmente durante las deposiciones. A veces, las hemorroides internas pueden desplazarse fuera del ano (prolapso), lo que puede causar dolor e incomodidad.
Hemorroides externas
Las hemorroides externas se encuentran debajo de la piel alrededor del ano. Pueden ser dolorosos, especialmente al sentarse o defecar. Las hemorroides externas pueden causar picazón y sentirse como bultos duros. A veces se puede formar un coágulo de sangre en las hemorroides externas, lo que lleva a una condición conocida como hemorroide trombosada, que puede ser extremadamente dolorosa y requerir intervención médica.
Anatomía y función de las hemorroides.
Las hemorroides son una parte normal de la anatomía de cada persona y juegan un papel importante en el control intestinal. Son estructuras vasculares situadas en el canal anal que actúan como cojines y ayudan a cerrar el ano. En condiciones normales, las hemorroides ayudan a retener las heces y los gases hasta que la persona decide liberarlos.
Las hemorroides son el resultado de la adaptación de una persona a caminar erguida. A medida que aumenta la presión sobre las venas de la parte inferior del cuerpo, especialmente en el recto y el ano, también aumenta la probabilidad de desarrollar hemorroides.
Aspecto social y cultural.
Aunque las hemorroides son un problema común, a menudo son motivo de vergüenza y vergüenza. Esto puede provocar retrasos en la búsqueda de ayuda médica y síntomas más graves. En diferentes culturas, existen diferentes enfoques para el tratamiento y la prevención de las hemorroides, que van desde métodos tradicionales a base de hierbas hasta intervenciones médicas modernas.
Causas de las hemorroides
Las hemorroides se desarrollan como resultado del aumento de presión en las venas rectales. Esta presión puede deberse a varios factores:
Estreñimiento y esfuerzo al defecar
Una de las principales causas de las hemorroides es el estreñimiento crónico. Cuando las personas tienen dificultades para defecar, a menudo se esfuerzan mucho para hacer sus necesidades. Esta tensión aumenta la presión sobre las venas del recto y el ano, lo que puede hacer que las venas se dilaten y se inflamen, formando hemorroides.
Diarrea
La diarrea frecuente también puede contribuir al desarrollo de hemorroides. La irritación constante y el esfuerzo con las deposiciones frecuentes pueden dañar las venas rectales.
Embarazo
El útero en crecimiento ejerce presión sobre las venas de la pelvis y la parte inferior del recto. Los cambios hormonales durante el embarazo también provocan dilatación de las venas. La combinación de estos factores a menudo conduce al desarrollo de hemorroides en mujeres embarazadas.
Modo de vida sedentario
Estar sentado durante mucho tiempo, especialmente sobre superficies duras, aumenta la presión sobre las venas rectales. Las personas que pasan largas horas en el trabajo sentadas corren un riesgo especial.
Obesidad
La obesidad es un factor de riesgo para muchos problemas de salud, incluidas las hemorroides. El exceso de peso aumenta la presión sobre la zona abdominal y las venas rectales.
Predisposición genética
Algunas personas tienen una predisposición genética a desarrollar hemorroides. Si hay antecedentes familiares de hemorroides, es más probable que usted también desarrolle esta afección. Los factores genéticos pueden afectar la fuerza y elasticidad de las venas, aumentando el riesgo de que se expandan y se inflamen.
Levantamiento de pesas
Levantar objetos pesados también puede aumentar la presión en el área abdominal y las venas rectales. Las personas que levantan pesas con frecuencia, ya sea por trabajo o por deporte, tienen un mayor riesgo de desarrollar hemorroides.
Falta de actividad física
La falta de actividad física puede provocar un estancamiento de la circulación sanguínea en la parte inferior del cuerpo.
Síntomas
Las hemorroides pueden causar una variedad de síntomas que varían según su ubicación y gravedad. Reconocer estos síntomas es importante para el diagnóstico y tratamiento tempranos.
Sangrado
Uno de los síntomas más comunes de las hemorroides es el sangrado rectal. Las personas suelen notar sangre de color rojo brillante en el papel higiénico o en la taza del inodoro después de defecar. El sangrado es especialmente común con las hemorroides internas y generalmente no está asociado con dolor.
Dolor y malestar
Las hemorroides externas pueden causar dolor e incomodidad importantes, especialmente al sentarse o al defecar. El dolor es el resultado de la inflamación y la hinchazón de las venas. En el caso de hemorroides externas trombosadas, el dolor puede ser agudo e intenso, requiriendo intervención médica inmediata.
Picazón e irritación
La picazón y la irritación alrededor del ano son síntomas comunes de las hemorroides. Estos síntomas se deben a la inflamación de la piel y los tejidos rectales. La picazón puede ser particularmente molesta y provocar más irritación e inflamación si se rasca con demasiada fuerza.
Hinchazón
La hinchazón alrededor del ano es otro síntoma común de las hemorroides externas. Esta hinchazón se siente como bultos duros y puede ser muy dolorosa, especialmente con presión. La hinchazón es el resultado de la acumulación de sangre en las venas, lo que hace que se dilaten.
Prolapso
Las hemorroides prolapsadas ocurren cuando las hemorroides internas se desplazan fuera del ano. Esto puede causar molestias y dolor importantes. Al principio, el prolapso puede ocurrir solo durante las deposiciones y luego las hemorroides pueden regresar al ano por sí solas. Sin embargo, con el tiempo, las hemorroides pueden desplazarse permanentemente y requerir retracción manual o intervención médica.
Secreción mucosa
Las hemorroides pueden causar una pequeña cantidad de secreción mucosa del ano. Esta secreción puede causar irritación y picazón adicionales en la piel alrededor del ano. La secreción mucosa es más común en las hemorroides internas.
Diagnóstico
El diagnóstico de hemorroides implica una combinación de examen físico, historial médico y procedimientos médicos especializados.
1. Anamnesis
El primer paso en el diagnóstico de hemorroides es una historia detallada. El médico le preguntará al paciente acerca de los síntomas que experimenta, incluidos sangrado, dolor, picazón e hinchazón. También se discutirán factores como la dieta, el estilo de vida y el historial médico.
2. Examen físico
El médico realizará un examen visual del ano y el área rectal para detectar hemorroides externas, hinchazón u otras anomalías visibles. Las hemorroides internas que no son visibles pueden requerir técnicas de diagnóstico adicionales.
3. Tacto rectal digital
Este procedimiento le permite al médico palpar las hemorroides internas y evaluar su tamaño y condición. Una exploración T ayuda a descartar otras anomalías, como tumores o pólipos.
4. Anoscopia
La anoscopia es un procedimiento de diagnóstico especializado que le permite al médico observar el interior del ano y la parte inferior del recto. Se realiza utilizando un instrumento llamado anoscopio, que es un tubo delgado y rígido con una luz.
5. Sigmoidoscopia y colonoscopia
En algunos casos puede ser necesario un diagnóstico más extenso mediante sigmoidoscopia o colonoscopia. Estos procedimientos implican el uso de tubos flexibles con una cámara que permiten al médico ver partes más grandes del colon y el recto. Son particularmente útiles si el paciente presenta síntomas como sangrado inexplicable o un cambio en el ritmo de las deposiciones, que pueden ocurrir como resultado de otras enfermedades como el cáncer colorrectal o la enfermedad inflamatoria intestinal.
6. Estudios de laboratorio
Rara vez se necesitan pruebas de laboratorio para diagnosticar hemorroides, pero pueden ser útiles en algunos casos. Los análisis de sangre pueden ayudar a descartar anemia causada por sangrado crónico. El análisis de heces se puede utilizar para detectar sangre oculta que no es visible a simple vista.
Tratamiento
El tratamiento para las hemorroides depende de la gravedad de la afección y puede variar desde remedios caseros hasta intervenciones quirúrgicas.
Un cambio de estilo de vida
Los cambios en el estilo de vida juegan un papel clave en el tratamiento y prevención de las hemorroides. Las medidas clave incluyen aumentar la ingesta de fibra y agua. Los alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y cereales integrales, favorecen las deposiciones regulares y reducen el riesgo de estreñimiento. Beber suficiente agua también es importante para mantener las heces blandas.
Medicamentos
El tratamiento médico de las hemorroides incluye diversas cremas, ungüentos, supositorios y medicamentos orales. Estos productos alivian síntomas como el dolor, la picazón y la inflamación. Algunos de ellos contienen principios activos como la hidrocortisona o la lidocaína, que reducen la inflamación y adormecen la zona afectada.
Procedimientos mínimamente invasivos
En casos más graves o cuando el tratamiento conservador fracasa, se pueden utilizar procedimientos mínimamente invasivos. Incluyen:
- Ligadura con banda elástica: este es el método más utilizado para tratar las hemorroides internas. Se coloca una pequeña banda elástica alrededor de la base de la hemorroide, cortando su suministro de sangre. La hemorroide se seca y se cae al cabo de unos días;
- Escleroterapia: en este método, se inyecta una solución química en la hemorroide, lo que hace que la vena se encoja y se contraiga. Este procedimiento es eficaz para el tratamiento de hemorroides pequeñas y medianas;
- Coagulación por infrarrojos: esta técnica utiliza luz infrarroja para coagular pequeños vasos sanguíneos en la hemorroide, lo que hace que se reduzca de tamaño.
Intervención quirúrgica
En casos de hemorroides graves que no responden a otros métodos de tratamiento, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. Los principales métodos quirúrgicos incluyen:
- Hemorroidectomía: este procedimiento implica la extirpación quirúrgica de las hemorroides. Es la opción más eficaz para la eliminación permanente de hemorroides graves o recurrentes. La hemorroidectomía puede ser dolorosa y requerir un período de recuperación más prolongado;
- Hemorroidopexia con grapadora: este es un procedimiento menos invasivo en el que se utiliza un instrumento quirúrgico para extirpar parte de la hemorroide y mover el resto hacia el ano. Este método suele ser menos doloroso y da como resultado una recuperación más rápida.
Métodos populares y alternativos.
Algunas personas prefieren utilizar métodos populares y alternativos para aliviar los síntomas de las hemorroides. Esto incluye el uso de extractos de hierbas, aceites esenciales y compresas. Es importante consultar a un médico antes de iniciar cualquier tratamiento alternativo para evitar efectos secundarios y complicaciones.
Prevención de hemorroides
Los principales métodos de prevención incluyen cambios en el estilo de vida, hábitos alimentarios y prácticas de higiene.
Aquí se explica cómo prevenir las hemorroides.
Una dieta saludable
La dieta juega un papel importante en la prevención de las hemorroides. Consumir alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, cereales integrales y legumbres, ayuda a mantener las heces blandas y facilitar las deposiciones. Esto reduce la tensión en las venas rectales y previene el estreñimiento, que es un factor importante en el desarrollo de hemorroides.
Movimiento físico regular
La actividad física regular mejora la circulación y ayuda a mantener un peso saludable, lo que a su vez reduce la presión sobre las venas rectales. Ejercicios como caminar, nadar y hacer yoga pueden resultar útiles. Evitar estar sentado por mucho tiempo y tomar descansos breves para moverse durante la jornada laboral también puede ayudar a prevenir las hemorroides.
Evitar el esfuerzo al defecar
El esfuerzo durante las deposiciones es un factor de riesgo importante para las hemorroides. Para evitarlo, es importante no sujetar las heces y acudir al baño en cuanto sienta la necesidad. Usar papel higiénico suave y limpiar suavemente el área anal también puede reducir la irritación y la inflamación.
Higiene adecuada
Mantener una buena higiene anal es fundamental para prevenir las hemorroides. La limpieza regular con un paño suave y húmedo o el uso de toallitas húmedas para bebés pueden ayudar a prevenir la irritación.
Manejo del estrés
El estrés puede afectar negativamente al sistema digestivo y contribuir a problemas intestinales, como estreñimiento y diarrea. Las prácticas de manejo del estrés, como la meditación, la respiración profunda y el yoga, pueden ayudar a mantener la salud digestiva y prevenir las hemorroides.
Evitar levantar objetos pesados
Levantar objetos pesados puede aumentar la presión en las zonas abdominal y rectal, lo que contribuye al desarrollo de hemorroides. Al levantar objetos pesados, es importante utilizar técnicas adecuadas, como doblar las rodillas y mantener la espalda recta.
Prestar atención a los síntomas
El reconocimiento y el tratamiento tempranos de los síntomas de las hemorroides pueden evitar que empeoren. Si se presentan síntomas como sangrado, dolor o hinchazón, es importante buscar atención médica.
Cuando consultar a un médico
La consulta con un médico cuando se sospecha de hemorroides es esencial para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Aunque muchos casos de hemorroides pueden tratarse con remedios caseros y cambios en el estilo de vida, existen situaciones en las que es necesario buscar atención médica.
Sangrado abundante
Una de las principales señales de que es hora de consultar a un médico es la presencia de sangrado rectal abundante o prolongado. Si bien el sangrado leve puede ser un síntoma de hemorroides, el sangrado abundante puede ser el resultado de una afección más grave, como una fisura anal o incluso cáncer colorrectal.
Dolor fuerte
El dolor intenso en la zona anal, acompañado de hinchazón y bultos duros, puede ser un signo de hemorroides externas trombosadas. Esta condición requiere una intervención médica inmediata para prevenir complicaciones y aliviar los síntomas.
Cambios en las deposiciones
Los cambios inexplicables en las deposiciones, como la alternancia entre estreñimiento y diarrea, heces líquidas o la sensación de que los intestinos no se vacían por completo, pueden ser un signo de problemas graves en el sistema digestivo. Estos síntomas requieren una investigación cuidadosa para descartar afecciones como diverticulosis, enfermedad inflamatoria intestinal o cáncer colorrectal.
Síntomas que no mejoran con tratamiento casero
Si los síntomas de las hemorroides no mejoran después de dos semanas de tratamiento en el hogar con cambios en la dieta, mayor ingesta de líquidos y uso de medicamentos de venta libre, es hora de consultar a un médico.
Presencia de otros problemas de salud.
Los pacientes con enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardíacas o condiciones inmunocomprometidas deben tener especial cuidado con los síntomas de hemorroides. Estas condiciones pueden complicar el tratamiento y la recuperación, por lo que es importante consultar con un médico para recibir atención personalizada.
Masas o bultos rectales
Si notas la presencia de masas o bultos en la zona anal que no desaparecen ni crecen, debes buscar atención médica de inmediato. Esto puede ser un signo de enfermedades graves como abscesos o cáncer, que requieren un diagnóstico y tratamiento oportunos.
Complicaciones después de los procedimientos.
Después de realizar procedimientos mínimamente invasivos o cirugía para tratar las hemorroides, se debe consultar con un médico la aparición de complicaciones como infección, sangrado abundante o dolor insoportable. Una intervención oportuna puede prevenir problemas de salud más graves.
Conclusion
Las hemorroides son una afección común que puede causar molestias e inconvenientes importantes. Se desarrollan como resultado del aumento de presión sobre las venas rectales y pueden ser causados por factores como el estreñimiento, el embarazo, estar sentado durante mucho tiempo y la obesidad.
Los síntomas varían desde sangrado y dolor hasta picazón e hinchazón, lo que requiere un diagnóstico preciso mediante exámenes físicos y procedimientos especializados. El tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida, medicación, procedimientos mínimamente invasivos y cirugía, mientras que la prevención desempeña un papel clave mediante una dieta saludable, actividad física regular y una higiene adecuada.
Es importante consultar a un médico en caso de sangrado abundante, dolor intenso o si los síntomas no mejoran con el tratamiento en el hogar, para garantizar una atención adecuada y descartar otras enfermedades graves.
FUENTES:
1. WebMD: Hemorrhoids: Symptoms, causes and treatment (26.05.2024)
2. Harvard Health: Hemorrhoids and what to do about them (26.05.2024)
3. MedicineNet: Benjamin Wedro, M. Hemorrhoids (Piles) (26.05.2024)